Amaro 32 se caracteriza por un particular bouquet aromático que envuelve al paladar en un particular viaje sensorial.
El primer impacto es pleno y satisfactorio, luego se abre a un regusto aterciopelado y decididamente original, todo por descubrir.
Ajenjo, genciana, ruibarbo, imperatoria y laurel son solo algunos
de botánicos y hierbas oficinales espontáneas que le dan a Amaro 32 un perfecto equilibrio entre dulce y amargo.
Para no alterar su aroma original, los botánicos se maceran en alcohol puro de grano, luego se extraen en frío y para finalizar con una larga maduración del producto terminado que armoniza los distintos elementos.
A la vista tiene un color marrón muy vivo y expresa un complejo aromático en nariz del que emergen las notas perfumadas de Absenta y Genciana. El regusto aromático y persistente lo convierte en un excelente digestivo después de una comida. Agradable helado, suave con hielo o con piel de agrios.
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